Ningún otro país de América Central o el Caribe tiene un pasado tan fascinante y elusivo como Belice, con gloriosas civilizaciones Maya, bucaneros Ingleses, leñadores de caoba, esclavos africanos y conquistadores españoles.
El pasado de Belice es una serie fascinante de los cuentos épicos sazonado con tesoros robado, pirámides de piedra, corte de leña y de múltiples culturas étnicas, todo termina en una nación pacífica, amistosa e independiente. Viaje con nosotros y ser transportado a un lugar donde la historia se mantiene dentro de alcanzar.
A diferencia del resto de América Central, que fue colonizado por España, Belice fue una vez una colonia británica. Las autoridades españolas no marcaron claramente el límite meridional de la península de Yucatán, lo que permitió que bucaneros (piratas) se aprovechan de la flota española en alta mar para buscar refugio en la costa de lo que se conoce como Honduras Británica.
El 10 de septiembre 1798, con la victoria británica sobre los españoles en la Batalla de St. George's Caye, se estableció la colonia británica.
Hoy en día, el idioma oficial de Belice es el Inglés y el gobierno y el sistema legal se basan en el sistema de Westminster. Si bien es independiente desde 1981, Belice sigue siendo parte de la Commonwealth británica en la que la Reina de Inglaterra es el jefe nominal del Estado y está representada localmente por el Gobernador General. El jefe de gobierno es el Primer Ministro, que con el gabinete, forma el poder ejecutivo rama del gobierno. El poder legislativo está compuesto de una Cámara de Representantes elegidos y un Senado nombrado. Un poder judicial independiente que incluye al Tribunal Supremo con un Tribunal Supremo y tribunales de magistrados. En cada pueblo, ciudad y pueblo son fiestas respectivas, de la ciudad y los ayuntamientos elegidos sobre una base regular.
Desde la vitalidad de la decadencia de una antigua civilización Maya, a través de los desafíos de la piratería, el reino colonial y la esclavitud, surgió el auge de un movimiento nacionalista, la lucha por la independencia, los ensayos de la globalización y las tribulaciones de la política en un país en desarrollo. A través de este pasaje de la historia y el desarrollo, Belice se ha resistido a la violencia y la revolución de muchos de sus vecinos y se ha convertido en una nación pacífica y democrática.